Añadir la harina:
Bate la harina con la mantequilla derretida hasta que se forme una pasta suave y sin grumos.
Agregar la leche:
Vierte la leche gradualmente, revolviendo constantemente hasta que la mezcla se espese y sea homogénea.
Incorporar el queso:
Agrega el queso y la sal; cocina y revuelve continuamente hasta que el queso se haya derretido completamente y la salsa sea cremosa, aproximadamente 15 minutos.
Notas:
Esta salsa es perfecta para servir caliente con nachos o como dip para verduras.
Para una versión más ligera, puedes utilizar queso bajo en grasa.
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