Preparación:
Colocá las manzanas, agua y canela en una cacerola a fuego medio.
Cociná durante unos 20 minutos o hasta que la manzana esté completamente blanda.
Pisá con tenedor o procesá para una consistencia más fina.
Añadí el jugo de limón y endulzá a gusto si lo necesitás.
Cociná unos minutos más y envasá en caliente.
Mermelada de Durazno sin Azúcar
Ingredientes:
500 g de duraznos pelados y en cubos
½ taza de agua
4 dátiles (opcional)
1 cucharadita de jugo de limón
Preparación:
Llevá los duraznos a fuego medio con el agua y los dátiles.
Cociná hasta que los duraznos estén tiernos y empiecen a deshacerse.
Pisá o procesá para lograr la textura deseada.
Agregá el jugo de limón y cociná 5 minutos más.
Envasá en frascos esterilizados, tapá y dejá enfriar.
Mermelada de Arándanos sin Azúcar
Ingredientes:
300 g de arándanos (frescos o congelados)
3 dátiles picados o 2 cucharadas de eritritol
1 cucharadita de jugo de limón
½ cucharadita de semillas de chía
Preparación:
Colocá los arándanos en una olla con los dátiles y el jugo de limón.
Cociná a fuego bajo durante 15 minutos, removiendo con cuchara de madera.
Procesá ligeramente si preferís una mermelada más homogénea.
Incorporá la chía y cociná otros 5 minutos.
Dejá enfriar antes de guardar en frascos herméticos.
Estas mermeladas naturales, además de ser saludables, se pueden conservar en la heladera hasta una semana, o congelar porcionadas para usar cuando quieras.
Si buscás un desayuno o merienda más liviana y libre de azúcar, estas recetas son la solución perfecta.