La leche frita es uno de esos postres clásicos que sorprenden por su textura suave y sabor delicado.
Por fuera, una costra dorada; por dentro, una crema que se deshace en la boca.
Ideal para servir tibia, espolvoreada con canela y azúcar molida, o incluso acompañada con un chorrito de licor para los más osados.
Ingredientes
6 huevos
60 g de maicena (fécula de maíz)
60 g de harina
120 g de azúcar
1 cucharadita de esencia de vainilla
500 ml de leche entera
1 cucharadita de canela en polvo
100 g de azúcar impalpable (molida)
1 nuez de manteca
Aceite para freír (cantidad necesaria)
Preparación
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